(Vivo en la Comunidad de Madrid. Me he sentido tan triste y luego tan cabreada...)
Y ya nadie va a conseguir que me calle. No pienso dejar que cualquiera suelte su arenga sin esperar mi respuesta. Estoy harta. Harta de mentiras, de cinismo, de intoxicación, de insultos, de estupideces, de ignorancia, de manipulación, de torpezas, de errores, de consecuencias, de pérdidas, de dolores, de castigos, de prepotencia, de arrogancia, de vandalismo, de ataques, de silencio, de reservas, de apocopados, de pusilánimes, de víctimas, de verdugos, de listos, de títeres, de apoyos, de venganzas, de traiciones, y de todo un extenso etcétera que día a día tenemos que soportar con la frente alta y la boca estrecha.
Me he prometido a mí misma no callar nunca más.
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2 comentarios:
Triste... yo también estaba triste el domingo por la noche. Pero lo peor no es la tristeza Montse, lo peor es que hubo un momento en el que sentí que no servía para nada. Si el proyecto no ilusiona ni a sus seguidores ¿Cómo va a ganar nuevos adeptos? Yo no tengo la solución... pero me siento muy desilusionada... Y lo peor es que los otros lo hacen tan bien que hay veces que hasta te empiezan a parecer menos malos de lo que son...
Hey, que tú y yo estudiamos Comunicación Política y sabemos cómo funciona esto.
Al final, lo que queda por encima de todo son las IDEAS, los VALORES.
Las bocas de metro, las carreteras, los hospitales... sin más, con dinero, puede hacerlos cualquiera.
Te aconsjeo que lleas los informes postelectorales que ha envíado Sanchís.
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